El 1 de Octubre: Celebrando la Sabiduría y la Contribución de Nuestras Personas Mayores

El 1 de octubre marca una fecha de profunda relevancia global: el Día Internacional de las Personas Mayores. Establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1990, este día no es solo una conmemoración, sino un llamado a la acción, a la reflexión y al reconocimiento del papel fundamental que los adultos mayores desempeñan en nuestras sociedades.

La historia de esta celebración se enraíza en un creciente entendimiento mundial sobre los desafíos y las oportunidades que presenta el envejecimiento poblacional. A finales del siglo XX, las proyecciones demográficas ya indicaban un aumento significativo en la proporción de personas mayores a nivel global. Esta realidad impulsó a la comunidad internacional a considerar políticas y programas específicos para garantizar el bienestar, la dignidad y la plena participación de este segmento de la población.

Antes de su designación oficial, la preocupación por el bienestar de los ancianos ya había sido abordada en foros internacionales. La Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, celebrada en Viena en 1982, produjo el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, un documento pionero que sentó las bases para el desarrollo de políticas y programas en favor de las personas mayores. Ocho años después, en 1991, la Asamblea General de la ONU adoptó los Principios de las Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad, que abarcan la independencia, la participación, los cuidados, la autorrealización y la dignidad.

Desde su instauración, cada Día Internacional de las Personas Mayores se centra en un tema específico, abordando desde la necesidad de combatir la discriminación por edad (edadismo) hasta la importancia de entornos accesibles y la promoción de la salud. Estos temas buscan concienciar sobre las diversas facetas del envejecimiento y fomentar la implementación de políticas que permitan a las personas mayores envejecer con seguridad y dignidad.

En la actualidad, el 1 de octubre es una ocasión para celebrar las contribuciones invaluables de las personas mayores: su experiencia, sabiduría, conocimientos y el legado que transmiten a las nuevas generaciones. Es también un día para reafirmar nuestro compromiso con la creación de sociedades inclusivas, donde la edad sea vista como una fuente de fortaleza y no como una barrera. El envejecimiento es un proceso natural y una victoria de la humanidad, y es nuestra responsabilidad colectiva asegurar que cada persona mayor viva una vida plena y respetada.