Pablo Arosemena Alba: Un Pilar en la Construcción de la República de Panamá

En conmemoración de su natalicio,  el Órgano Judicial rinde homenaje a la figura de Pablo Arosemena Alba (1850-1920), cuyo legado y servicio a la nación panameña son recordados con profundo respeto y admiración. Político, estadista y jurista, Arosemena Alba fue un actor fundamental en la consolidación de la joven República de Panamá, dejando una huella indeleble en su desarrollo institucional y jurídico.

Nacido en la Ciudad de Panamá un 24 de septiembre de 1836, Pablo Arosemena Alba demostró desde temprana edad un intelecto brillante y un compromiso inquebrantable con el servicio público. Su carrera política y diplomática abarcó momentos cruciales de la historia panameña, tanto en la época del Departamento de Panamá bajo la Gran Colombia como en los años formativos de la República.

Fue un distinguido abogado y un prolífico escritor, cuyas ideas y acciones contribuyeron significativamente al marco legal y constitucional del país. Su experiencia y sabiduría lo llevaron a ocupar diversas e importantes posiciones, incluyendo la representación de Panamá en el ámbito internacional, donde defendió con vehemencia los intereses del istmo.

El punto culminante de su carrera fue su ejercicio como Presidente de la República de Panamá entre 1910 y 1912. Durante su administración, Arosemena Alba se enfocó en fortalecer las instituciones democráticas, promover la educación y sentar las bases para el desarrollo económico y social del país. Su presidencia se caracterizó por la prudencia en la gestión de los asuntos nacionales y por una visión de progreso para Panamá.

Pablo Arosemena Alba no solo fue un líder en tiempos de transición, sino también un pensador que concibió una Panamá soberana y próspera. Su compromiso con los principios de justicia y legalidad, su incansable labor por la educación y su visión de futuro, lo establecen como uno de los padres fundadores y constructores de nuestra República.

En este día, recordamos a Pablo Arosemena Alba no solo como un presidente, sino como un patriota ejemplar que dedicó su vida al servicio de Panamá, inspirando a las presentes y futuras generaciones a seguir su senda de compromiso y dedicación.