Defensores públicos de Chiriquí regalan alegría a humildes familias de la región
La temporada navideña que está por finalizar este 6 de enero con el Día de Reyes Magos, es época de compartir, y los funcionarios del Instituto de la Defensa Pública de la provincia de Chiriquí lo saben muy bien. Desde hace seis años, ellos vienen practicando un hermoso gesto de solidaridad con familias de escasos recursos en la región.
La iniciativa surgió en 2018, cuando estos servidores judiciales se trasladaron hasta la comunidad de Sioguí Arriba en el corregimiento de La Estrella, distrito de Bugaba, para remodelar la vivienda de una familia que hasta ese momento había residido en una estructura de zinc.
La buena obra continuaron haciéndola al año siguiente, y durante la pandemia del COVID-19, la labor social de la Defensa Pública tomó un giro hacia las personas privadas de libertad, quienes desde los centros femenino, masculino y de menores, recibieron apoyo con medicamentos, útiles de primera necesidad y desinfección especial para prevenir el contagio. Además, efectuaron reparaciones y arreglos a una residencian en Volcán.
Un año después, llevaron alegría a una familia de Finca Corozo en el distrito del Barú, donde también edificaron, en este caso una vivienda de madera, con apoyo de compañeros de trabajo y personas desinteresadas que se mostraron dispuestas a apoyar a través de la mano de obra, las causas que dirige la Defensa Pública de Chiriquí.
Posteriormente en 2022, celebraron una fiesta de Navidad y regalaron un rato de esparcimiento a las reclusas del Centro Femenino de Rehabilitación ubicado en Los Algarrobos, distrito de Dolega; y en el 2023, los beneficiarios fueron los integrantes de una familia residente en la comunidad de San Pablo, en el distrito de David, a quienes ayudaron a reconstruir la deteriorada estructura de zinc donde habitaban.
Ahora la bendición llegó precisamente a la humilde familia Camaño Araúz, del corregimiento de San Pablo, quienes pueden dormir más tranquilos y seguros. Una vez más los servidores judiciales aportaron voluntariamente una cuota que sirvió para cambiar a bloque y carriola, una parte de la vivienda que estaba construida con zinc y madera.
“La verdad es que nos ha sorprendido esta acción que para nosotros representa una bendición, ya que por esa parte tanto nosotros como nuestros niños, tenemos más estabilidad y tranquilidad”, pronunció emocionada la señora Alexandra Araúz.
Al respecto, el defensor público René Iglesias, explicó que el trabajo de la Defensa Pública se caracteriza por su inmediación con las personas más necesitadas o carentes de recursos para costear un abogado que los asista, y ha sido justamente esa cercanía que les ha permitido conocer las necesidades de sus usuarios, más allá de la parte judicial.
De esta manera y, conscientes de que estas acciones refuerzan los valores de solidaridad, compañerismo y apoyo a los más desprotegidos, surge la iniciativa para cada año apoyar ciertas causas, donde usuarios necesiten de una ayuda social, ya sea en el ámbito material para mejorar sus condiciones de vida o simplemente para llevarles un momento de alegría a los pequeños de la casa, precisó.
Por: Vielka Cádiz
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