La justicia en Cerro Algodón
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Ngöbes Buglés ya no viajan varios días.
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Funcionarios hablan la misma lengua que los pobladores
Ya falta poco para que el equipo pesado termine de asfaltar la calle que llega hasta Cerro Algodón, donde está ubicado el Juzgado Municipal de Muná, que fue inaugurado hace cerca de un año y que ha llegado para dar respuesta a los usuarios del sistema de justicia en esta área indígena de la provincia de Chiriquí.
Este despacho judicial, a cargo de la jueza Elena Carpintero, es una respuesta esperada por los moradores, en su mayoría de origen ngöbe buglé, que antes caminaban incluso hasta seis días para tomar un transporte que los llevara a la ciudad para interponer un proceso penal, de alimento o civil.
Gracias al apoyo económico de la Comunidad Europea, se construyó el edificio en la cúspide de Cerro Algodón, una estructura completamente moderna que opera con luz eléctrica proporcionada por una planta de combustible y que fue llevada al lugar mediante helicóptero.
Aunque todavía falta solucionar, por problemas técnicos, el suministro del agua, los funcionarios laboran muchas veces hasta entrada la noche, porque cuando las personas viajan varios kilómetros para buscar justicia deben ser atendidas, relata el secretario del despacho, Andrés Eduardo Salinas.
Desde octubre de 2009 hasta la fecha este juzgado mantiene en trámite 87 expedientes de familia, en su mayoría de proceso relacionados con pensiones alimenticias, y 10 penales, entre otros.
En esta región apartada del oriente chiricano, los procesos de pensiones alimenticias y maltrato intrafamiliar son los más comunes y la llegada del juzgado es vista como muy positiva por los habitantes ngöbes, principalmente las mujeres, quienes antes eran abandonadas a su suerte con sus hijos; y, por tener que caminar largas distancias y sin recursos, desistían de interponer demandas para exigir sus derechos.
Al salir del juzgado se ve las montañas cubiertas en parte por neblina y los caminos a la distancia, que debe recorrer el notificador Leonardo Jiménez para entregar los edictos a las personas requeridas por procesos. El portero inicia los martes su peregrinar por los campos para realizar su labor. Y regresa el sábado después de pernoctar donde lo encuentre la noche y luego de afrontar otros peligros.
El Juzgado de Muná sirve a las comunidades de Cerro Puerco, Cerro Caña, Chichica, Roga, Peña Blanca, Sitio Prado, Küro, Maraca, Umani, Bagama y Alto Caballero.
Todos los funcionarios que laboran en este despacho hablan la lengua ngöbe, lo que facilita el acceso de la población a la justicia. Cuando se consulta a los pobladores, estos manifiestan sentirse como en casa porque pueden conversar sin ningún tipo de barrera idiomática. Además, ya saben el valor que tiene el edificio de Cerro Algodón.
Elaborado por Aurelio Martínez
Fotos/Oscar Morán
Secretaría de Comunicación
Panamá, 19 de julio de 2010
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