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Trabajadores sociales al servicio del Órgano Judicial



Ser un trabajador social, es una de las labores más loables y abnegadas que existe, ya que la misma no sólo implica una labor directa con la sociedad en sus necesidades sino un desempeño que va más allá de los que muchos imaginan.

Así es la función de las 56 trabajadoras/es sociales que se desempeñan dentro del Órgano Judicial desde 1992-1993, que junto a ese espíritu de servicio se dan a la tarea de conseguir una solución viable ante difíciles conflictos.

Estas damas y caballeros llamados a este servicio, intervienen en temas como procesos de alimentos, guarda crianza y educación, reglamentación de visitas, interdicción, adopción, venta de bien inmueble, tutelas, casos de protección de niñas, niños, adolescentes, adultos mayores, divorcios, mediación, conciliación, orientación y solicitudes de asignación de defensor público, entre otros.

A nivel nacional laboran en diversos despachos judiciales. Se desempeñan en el Instituto de Defensoría de Oficio, en el Tribunal Superior de Familia, Centro de Prevención y Orientación Familiar (CEPOF), Juzgados Seccionales de Familia; y en el Tribunal Superior de Niñez y Adolescencia. Además se encuentran trabajadores sociales en los Juzgados de Niñez y Adolescencia, en la Oficina de Orientación y Conciliación de Familia, y en la actualidad se desempeñan en el novedoso Sistema Penal Acusatorio.

En ese afán de mantenerse al día en temas judiciales, recientemente se trasladaron a la ciudad de David-Chiriquí, donde participaron de un seminario orientado y dirigido a estos profesionales.

Este seminario buscaba actualizar a los trabajadores sociales en la importancia de la prueba pericial en el sistema acusatorio, perspectiva de género en los peritajes y el proceso de pensión alimenticia frente a la nueva ley.

Por espacio de dos días, los trabajadores sociales aprovecharon la oportunidad para capacitarse de la mano de los grandes expositores: Magister Edwin Álvarez, la Magistrada del Tribunal Superior de Niñez y Adolescencia, Judith Cossú de Herrera, el Juez Edgar Torres, quienes a través de sus disertaciones explicaron el reto de su trabajo ante la implementación del sistema penal acusatorio.

Esta jornada académica, culminó el sábado 10 de septiembre, en donde los participantes realizaron un taller dictado por la Licenciada Lucinda Samudio que consistía en el estudio de un Genograma Humano.

El acto de inauguración estuvo a cargo de la magistrada Presidenta del Tercer Distrito Judicial, Carmen de Gracia quien les dio la más cordial bienvenida a todos sus asistentes. Además resaltó el trabajo que ellas realizan como auxiliares y soportes de la justicia.

Para la magistrada De Gracia las funciones de los trabajadores sociales es una labor apostólica ya que se trasladan a comunidades en condiciones no aptas. Relata la magistrada que cuando ve a estos funcionarios con niños en brazos, adoptando funciones de madre de familia, se da cuenta que es una labor bien sacrificada, pero que sobre todo para realizarla tiene que gustarle a la persona.

Para muchos y utilizando el adagio de San Francisco de Asís: “Las Trabajadores Sociales son un instrumento de paz”, gracias a su función plasmada en los expedientes los juzgadores pueden darse cuenta de la realidad de las personas involucradas en un proceso, indicó la magistrada De Gracia.

Retribuyendo un poco de lo mucho

Conmemorando el día del Trabajador Social, las/os dinámicos funcionarios judiciales, no podían pasar por alto tan significativa fecha, sin hacer una pequeña contribución, fue así que al azar escogieron una familia de la región de Chiriquí, a donde se trasladaron para su capacitación.

En ese norte y como parte de su agradecimiento, realizaron una visita a una humilde familia del sector de Potrerillos en la comunidad de Loma Alta.

Con pequeños presentes que iban desde libros, peluches, ropas y demás enseres, cada una de las trabajadores sociales donó un artículo a esta familia como una contribución a su precaria situación.

La lluvia no fue obstáculo para que las trabajadores sociales visitaran a esta señora, madre de 9 hijos y con una notoria falta de ayuda económica. Esta familia vive en unas condiciones de extrema pobreza, así lo evidencia la carencia de artículos de primera necesidad.

Llegar a este hogar tomó más de una hora en el bus, luego como 5 minutos de la entrada principal y tuvieron que cruzar un río utilizando una vara de metal que utiliza esa familia para poder llegar a su casa, brindando la solidaridad que caracteriza a esos profesionales.

Redactado por Karina Calvo

Fotos Oscar Morán

video- Natchez Simpson



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