Defensores públicos de cumplimiento y equipo interdisciplinario atienden a reclusos con enfermedades crónicas

Abogados del Instituto de la Defensa Pública de Veraguas, realizaron una visita al Centro Penitenciario de esta región, con la finalidad de evaluar la situación legal de aquellos reclusos que padecen enfermedades crónicas y que podrían calificar para un cambio en su medida. Los mismos fueron acompañados de un psicólogo y una trabajadora social, en un esfuerzo conjunto por mirar más allá de lo meramente legal. 

El objetivo de esta visita es recolectar las informaciones suministradas por los privados de libertad sobre su condición de salud, para poder solicitar ante el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF), los informes científicos que determinen la gravedad de las afecciones de salud que padecen los mismos, y así poder solicitar ante un Juez de Cumplimiento el cambio de medida, tal como lo establece la Ley 55 de 30 de julio de 2003 o Ley Penitenciaria y el Código Procesal Penal. 

Las defensoras públicas de la sección de cumplimiento, María Estenia De Gracia Morales, Lurys Muñoz y el defensor público asistente David Arias, atendieron aproximadamente a 100 sancionados, que de acuerdo al listado del Sistema Penitenciario presentaban situaciones médicas de consideración. 

La jornada comenzó con entrevistas personales, donde los internos hablaron no solo de sus problemas legales, sino de su lucha diaria contra enfermedades como la diabetes, hipertensión, y otros padecimientos que necesitan ser atendidos adecuadamente. 

Los abogados no solo revisaron expedientes, sino que escucharon de primera mano las dificultades que enfrentan los reclusos. “Sabemos que muchos de ellos necesitan atención médica y un cuidado especial por la gravedad de sus dolencias. Nuestro trabajo es velar porque se respeten los derechos que no le hayan sido suspendidos en la sentencia por la autoridad competente”, afirmó una de las defensoras públicas. 

En tanto, el equipo interdisciplinario compuesto por un psicólogo y una trabajadora social, fueron los encargados de realizar las evaluaciones psicosociales correspondientes, con el fin de proporcionar una visión integral de cada caso, considerando no solo los aspectos legales, sino también los emocionales y sociales que afectan a los reclusos. 

El psicólogo Osvaldo Jiménez, quien también dialogó con los reos, señaló que muchas de las enfermedades físicas están estrechamente ligadas a un deterioro emocional. “La ansiedad, el estrés y la depresión son comunes aquí. Es urgente tratar tanto lo físico como lo mental para que puedan enfrentar sus procesos legales de manera justa”, expresó, mientras analizaba algunos casos. 

Por su parte, la trabajadora social, Larissa Wong Ramos, abordó un aspecto esencial: el entorno fuera de la prisión, es decir el apoyo con el que cuentan los internos. “Algunos tienen familia que pueden cuidarlos si salen bajo arresto domiciliario. Otros, lamentablemente, no tienen a nadie”, explicó. 

El coordinador del Instituto de la Defensa Pública de Veraguas, Jacob Orribarra, dijo: “Estamos comprometidos en brindar una asistencia legal eficiente, eficaz y justa. En los últimos tiempos, hemos hecho el mayor esfuerzo para que esta población en condición de vulnerabilidad sienta apoyo por el Instituto, a través de los defensores públicos de cumplimiento, quienes están pendiente de hacer valer los derechos que tienen tal como lo señalan las leyes y los convenios internacionales”. 

También debemos resaltar el valioso apoyo de las funcionarias judiciales Edilsa González y Yaribeth Batista, quienes jugaron un papel importante en el buen desarrollo de las entrevistas, facilitando la logística y manejo de las carpetillas, lo que permitió que los trámites fueran más ágiles y efectivos. 

Tras horas de trabajo, el equipo salió del penal con una lista de casos prioritarios, para posteriormente confeccionar informes, que serán presentados a los jueces de cumplimiento para evaluar posibles cambios en las medidas. Para muchos, esta visita significó una oportunidad para ser vistos, escuchados y mejorar sus condiciones de vida.