“Gracias al SNFJC y al INADEH aprendí algo de provecho”

“Gracias al Sistema Nacional de Facilitadores Judiciales Comunitarios del Órgano Judicial (SNFJC) y al Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH) aprendí algo de provecho que ahora puedo poner en práctica para ayudar a otros y ayudarme yo, como lo es la soldadura”, dijo el señor Juan González durante la clausura del curso sobre soldadura, que finalizó el pasado miércoles 10 de julio, en la comunidad de Ciruelar Arriba, corregimiento de San José, distrito de San Francisco, Veraguas, y que fue gestionado por el facilitador judicial Evaristo Pardo, en coordinación con la juez Municipal, Maura Flores.

Al respecto, la juez Maura Flores destacó que en sus diez años de haber sido puesto en marcha el SNFJC en nuestro país, este programa de acceso a la justicia y cultura de paz se ha ganado el reconocimiento de diferentes instituciones, que se apoyan en su estructura de servicio para hacer llegar a los lugares más distantes sus programas institucionales, lo que redunda en beneficios para todos.

“La culminación de este curso de 450 horas, no solo es el esfuerzo del facilitador judicial Evaristo Pardo y el Órgano Judicial, sino también de todos los funcionarios del INADHE que hicieron sus mayores esfuerzo, a fin de que ello se hiciera realidad en una comunidad tan distante como Ciruelar Arriba”, destacó la juez.

Por su parte, la licenciada Yinelis Guevara, supervisora regional del INADEH en Veraguas, destacó el esfuerzo y dedicación de los participantes en el curso y que hoy ven culminado con éxito, y señaló que tal como lo dice el lema del INADHE “Te damos una herramienta para la vida”, en adelante los 15 participantes en el curso cuentan con una nueva herramienta para abrirse camino en la vida.

Con cada clase los estudiantes se entusiasmaban más y más, dejando a su paso una serie de objetos confeccionados para el uso familiar como camas, mesas y sillas, pero les llenó de satisfacción mostrar a los visitantes la puerta de la Capilla local que hicieron con mucho amor, al igual que los marcos para las porterías de fútbol donde juegan sus hijos y que antes eran de palos.